Conversación en la catedral (Mario Vargas Llosa)

5 de diciembre de 2021   |   por Pedro A. Vega

Una plaga de perros asoma Lima. Esta no es la rabia que nos interesa. Conversación en la catedral es un crisol de personajes y vivencias en un Perú que está jodido. Disculpen la grosería, lo afirma un personaje convencido de que este Perú no tiene arreglo. Estamos hablando de los años cuarenta del siglo veinte. ¿Pensaban ustedes que fue ayer?

Don Mario construye un relato histórico vertebrado en una familia principal durante el régimen del general Odría, y se prolonga algo después. La acción transcurre, usted se sorprenderá en un libro de una dimensión hercúlea, en un restaurante de batalla, la Catedral, donde conversan el hijo desgajado de esta familia principal y un antiguo criado que se encuentran por casualidad. También es un manual político; el retrato del ministro Cayo Bermúdez está a la altura, si me permiten, del general Trujillo en La Fiesta del Chivo. Vargas Llosa nos descifra un Perú agitado de revoluciones durante una dictadura militar que es, descubrimos, tan férrea como frágil. Encontrarán historias de amor desgraciado y alguno moderado. Hay una letanía de personajes excepcionales sean ricos o sus sirvientes, ¿existe otra clase social en aquel Perú?, mujeres de la vida, bellísimas y desgraciadas, a las cuales nos resignamos a amar ante la imposibilidad de satisfacer otros deseos inducidos por la lectura.

El periodista Santiago Zavala y el sambo Ambrosio conversan a golpe de trago en la Catedral. Santiago es honrado y quiere una vida simple. Detesta la política y el dinero pero ha sido y quiere saber. Permítanme no continuar porque es su deber descubrirlo. Ambrosio es negro y su pasado tiene todos los colores del arcoíris. Entrambos tejen la historia de la familia, de ellos mismos, de la represión, de la corrupción, de un país que está más jodido de lo que supuso, usted lector, cuando lea el primer párrafo de la primera página.

La narración del relato no es sencilla. Si quiere disfrutar, lector, deberá leer atento y memorizar algunos nombres y relaciones entre los personajes. Su dedicación será gratamente recompensada.

Terminemos por lo fácil: Conversación en la catedral es, quizá, la obra más aclamada de este Premio Nobel (él afirmó que es la que más le costó escribir) y grande de las letras latinoamericanas. Si lo leen, sabrán por qué.

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